
Impactar de verdad
Cuando la atención dura segundos. En comunicación visual,la ventana para conectar es mínima: 2–5 segundos. En ese instante no “pones una pantalla”, diseñas una experiencia: eliges el formato adecuado (gran formato o unidades pequeñas), la instalas con criterio y creatividad, ajustas el brillo al entorno real y publicas contenido que se entiende de reojo. Lo que sí importa: que la pantalla esté bien ubicada y bien instalada. Altura, ángulo y soportes correctos valen más que sumar pulgadas. La creatividad del montaje (envolver una esquina, aprovechar columnas, dirigir la mirada) funciona solo si está al servicio del mensaje. Brillo y luz ambiente: el secreto no es “al máximo”, es calibrar. Medir la luz del recinto en diferentes horarios y crear perfiles de brillo. En indoor, el exceso deslumbra y “apaga” el mensaje; en zonas muy iluminadas, necesitas más nits pero siempre controlados. Contenido que sí funciona (indoor y outdoor): piezas cortas, legibles y con un solo objetivo. Tipografías simples, alto contraste y un titular breve. Evita textos largos y fondos recargados. Aunque la pantalla reproduzca video, secuencias extensas no rinden: la gente no espera; es mejor una escena clara que se entienda en segundos. Gran formato vs. pequeñas unidades: a distancia y en flujo, el gran formato domina y reduce la dispersión. En cercanía (mostradores, góndolas, tótems), las pantallas pequeñas funcionan si están quirúrgicamente ubicadas y orquestadas con contenido coherente. ¡El futuro es ahora! Aprovecha las oportunidades que la tecnología nos brinda Mas Informacion