Que el Blanco sea Blanco

Cuando la atención dura segundos.

Por: Mauricio Ávila

En pantallas LED el “blanco” es el punto de referencia. Si se corre —hacia azules, verdes o amarillos— todo lo demás se siente raro, la imagen pierde uniformidad y la pantalla parece más vieja de lo que es.
Con el uso, cada canal R-G-B envejece distinto. El resultado son “costuras” entre módulos, nubes en grises y, en un full white, zonas más oscuras o ligeramente teñidas; a veces también aparecen píxeles dañados que antes no notabas.
No es un fallo del concepto LED: es falta de calibración. El remedio es medir y ajustar: fijar un punto de blanco coherente, igualar ganancias RGB por módulo y dejar perfiles de brillo que sigan los horarios y la luz real del lugar.
Lo ideal es una puesta a punto y revisiones periódicas según tu operación. Ese mantenimiento cuida la uniformidad, la legibilidad y la vida útil. Sin él, la calidad se degrada rápido y la experiencia se resiente.
Cuando adquieres un sistema de Señalización digital tipo LED, pregunta por la vida Útil y el procedimiento de calibración, y si tiene o no costos asociados. Con inversiones tan altas, siempre debes tener la mejor calidad.

¡El futuro es ahora! Aprovecha las oportunidades que la tecnología nos brinda

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